Las altas temperaturas y el bienestar de nuestras mascotas
Con la llegada del verano y las altas temperaturas que estamos sobrellevando estos días en el centro sur de Chile, es importante saber que no solo a nosotros nos afecta este clima tan extremo, sino que también a nuestras mascotas.
La temperatura normal en los perros y gatos adultos es de 38 a 39 grados y, de producirse un evento de hipertermia por calor, observaremos en nuestra mascota signos tales como salivación excesiva, aumento de la frecuencia respiratoria y de la frecuencia cardiaca (taquicardia). Pudiendo sumarse además sintomatología nerviosa, como la presencia de delirios, mareos, convulsiones, incluso la pérdida de consciencia y en casos extremos de un choque de calor prolongado, se puede producir la muerte del animal.
Es interesante saber que los perros no poseen glándulas sudoríparas distribuidas en toda su piel como nosotros, lo que hace que no puedan disipar el calor mediante el proceso de sudoración y, por tanto, regulan su temperatura principalmente mediante el jadeo. Otra condición para considerar es que existen algunas razas con características anatómicas que las hacen más propensas a sufrir de un choque de calor, como por ejemplo, las razas de pelo largo y las razas braquicéfalas (que son aquellas que tienen el rostro corto, como por ejemplo, el pug, pequinés y bulldog).
También existen ciertas condiciones que hacen que una mascota sea más sensible a las altas temperaturas y/o tenga menor capacidad de regulación corporal, como es el caso de cachorros, animales seniles, con sobrepeso y obesos. Por supuesto que exponer a nuestras mascotas a ambientes sin resguardo del sol o zonas sin ventilación, sin agua fresca ad libitum, son acciones que se consideran como maltrato animal y que, por tanto, son penalizadas por la ley 20.380 sobre la protección de animales.
Por lo anterior, es fundamental tomar todas las medidas necesarias para asegurar el bienestar de nuestra mascota, sobre todo si el animal estará un tiempo prolongado solo durante el día y en las horas de mayor calor. Además, evitar sacar a pasearlos en horarios de altas temperaturas, prefiriendo siempre sacarlos temprano en la mañana o en el atardecer, tener agua disponible y hacer descansos durante los paseos en zonas frescas cuando observemos a nuestra mascota jadeando o salivando.
Por último, ante cualquier incidente asociado a un choque térmico, se debe acudir rápidamente a la clínica u hospital veterinario más cercano, para tomar las acciones médicas que estabilicen al paciente y eviten secuelas o un suceso fatal que tengamos que lamentar.
Por: Dra. Pamela Morales Muñoz, directora de la carrera de Medicina Veterinaria de la Universidad Santo Tomás Talca.
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